18/12/08

DEL SABER DE LA GENEALOGÍA A LA MORAL DEL PODER de Nietzsche a Foucault (y viceversa...)*




Friedrich Nietzsche y Michel Foucault son los pensadores que están de fondo en este extraño libro. Extraño porque es producto de la aventura del pensar en un medio académico que no siempre es propicio para esos menesteres; de hecho, atrapados en una concepción de la universidad que el mundo impone criterios administrativos y técnicos sobre los académicos, y prefiere sacrificar estos últimos en aras de la eficiencia y la productividad, ver que se produce un libro de estas características es por lo menos alentador y sobre todo, es un indicio de que aunque la universidad desaparezca en occidente convertida en una empresa prestadora de servicios, lo cierto es que pensar es algo que puede persistir al margen de esos avatares históricos o aun mas, que estos mismos avatares sean acicate para dicha tarea. También es extraño este libro porque surge a partir de un aplicado trabajo de lectura de estos dos autores en un programa de psicología, lo cual llama la atención si se considera que habitualmente esta disciplina suele concentrarse en las técnicas y en los modelos de intervención, y esto contrasta fuertemente con el horizonte critico abierto por Nietzsche, quien considera, por ejemplo, a Dostoievski como el único psicólogo del cual ha tenido algo que aprender, y contrasta también con la revisión igualmente critica que hace Foucault cuando muestra que los saberes psicológicos difícilmente logran ocupar un espacio distinto al que largamente ocupan las prácticas confesionales y normalizadoras.

Estos dos pensadores son entonces el leitmotiv, la excusa para las elaboraciones que aquí se exponen. Pero si Nietzsche y Foucault son pretextos, no lo son porque se hayan convertido en formulas –en modo alguno esto sería respetuoso con lo que ellos propusieron-, sino por que pensar sea hace con ellos y contra ellos, no de otro modo se puede escoger un camino propio. Y esta búsqueda es lo que inspira el conjunto de trabajos que conforman el presente libro: caminos singulares, potenciados por la lectura de Nietzsche o de Foucault, o de ambos, pero que no renuncian a lo que tanto parece temerse hoy, a pensar….


*María Cecilia Salas, Juan Felipe Arroyave, Sonia Natalia Cogollo, Manual Bernardo rojas, Álvaro Ramírez, César Augusto Sánchez, óscar Arias, Juan Pablo Posada
.

15/12/08

REVISTA KATHARSIS




2/12/08

FELIPE LOPEZ

Hoy he llegado yo para no ser yo,
Para contradecir lo que dije ayer
Y reafirmar lo que no he dicho,
Para no ser consecuente
Ni el ideal que pretendo ser.

Hoy he llegado yo para no ser yo,
Para sentir el dolor
Lo que ayer me producía sonrisa,
Una comedia que se vuelve escozor.

Hoy he llegado yo para no ser yo,
Para amar lo que ayer despreciaba
Y hablar lo que no he hablado
Cuando finjo lo que no se.

Hoy he llegado yo para no ser yo,
Para escribir distinto a lo de ayer
Y cantar lo que detesto,
Cuando una mujer ayer decía,
Que bueno ser como usted.

JUAN PABLO POSADA

SOLEDAD

Súbita intrusa
heraldo furtivo del instinto

Paseo rutinario
del Dios castrado
la bestia bestial de la pura razón
y el filósofo
impotente de las grandes alturas

En su mismo templo
la autónoma voluntad
canto a capela a lo insensato

celebra para siempre sus exequias.

29/11/08

Y como surgir. Omitir un punto y cambiar el sentido de todo, así un camino que termina. Quiero comenzar por buscar antiguos zapatos, y una vez encontrados, comprehender los inevitables sucesos de los hombres a través de su destino de objeto olvidado, busco zapatos viejos, busco residuos de pies de infante, de mujer soltera, busco los pies de mi papá en uno de esos zapatitos que me encuentro por ahí, los piececitos infantiles de mi padre recorriendo los patios de su infancia, patios de leña y humo, de obscuridad y silencio, patio de vela de cebo. Patio. Mi padre.

Ayer por ejemplo encontré una sandalia azul agua marina en un anaquel escondido.

Y, ¿Por qué no comprender los inevitables sucesos de los zapatos a través del destino olvidado de los hombres? Atreverse a decir que la peor pena de un zapato es terminar en un pie cárcel porque el zapato deja de ser zapato para luego convertirse en nosotros, tu, Martín y Laura confesando historias en una bicicleta que rueda por un antiguo camino de verano, el viento pasa seco por una maraña de cabello rubio, Laura y el viento alterado y confundido por la difícil y excéntrica forma del objeto que recoge su cabello, una miel envasijada que toma dinamismo. Vasija que se abre, cabello que se desparrama, cabellos que envuelven hierros, ruedas, cabellos que envuelven a Martín y a Laura.

Tal vez por eso me suelo enamorar de mujeres que declaran un horror pasmoso ante los gatos, de mujeres que lloran en el baño porque piensan que su cabello es un gato, ese gato negro prodigioso sentado en la infalible cabeza.

Te puedo ver desde un balcón, para ser más preciso, desde el balcón solo veo la línea que parte tu cabello en dos mitades desiguales.

16/11/08

SERGIO HURTADO GRAJALES

óleo, sin titulo

13/11/08

AILING LAU

ETERNAMENTE



Allí estaba ella otra vez, envuelta en una seda lóbrega, cubierta de rosas marchitas se veía corroer por el tenebroso tizne del instante que le donaría sentimientos ajenos, sentimientos que se apoderarían de ella una y otra vez, robándose en cada combate perdido un pedazo de aquello que nombran humano. Ya no era vida, era un continuo atrevimiento a perder la entereza.

Pasión lúgubre por la cual sentía tanto pavor y rechazo, aunque necesario el instante de cavilación para la formación íntegra del ser, este no daba resultados positivos, por el contrario hacía que se inhumara tétrica al conocimiento más profundo de su ápeiron y más aún a la comprensión de la verdadera finalidad, a su vacía razón de nacimiento y muerte.

Sin agudeza alguna, pasó desapercibida la sed de venganza. Por cada humano que la privara de compañía, tres debían soportar la condena más cruel de Dante, equivalente a su maldita pasión. Tras de un largo periodo advirtió cómo su esencia desvanecía en el lago de la maldad de los ogros...

No. No. No. No puede ser, ella debía detener el monstruo que crecía en su interior y devoraba su sensibilidad. Deseaba ser mujer por la eternidad, y solo lo sería con el trago mortal... un sorbo... y lo ínfimo que restaba de humano en ella se quedó allí por siempre.


9/11/08

LORENA MADRID


El amor pende de un hilo

que débil cuelga del alma,
no queda nada de esperanza
ni ganas de gritar.
No lo lamento por el querer,
solo por el morir del tiempo perdido;
sigo aquí, inmóvil,
empolvada, olvidada,
quieta como pedazo de madera.
Te siento tan tranquilo
con los pies sobre mí,
en la garganta,
presionando el nudo cotidiano.
He dejado de llorar,
aquí estoy y tú te vas,
mis piernas sin aliento,
con anhelo de correr,
la mente en blanco
y el sentimiento a mil.
¿Por qué no te largas
acorde inútil de guitarra?
A otro sitio,
mientras conjuro el honor al odio.
¡Las cuerdas revienten
haciendo la coartada de asesino!
De un zarpazo te asfixien,
te dejen sin ganas
para que sientas lo que siento,
me maldigas y rompas por fin
el hilo del que cuelga tu amor.

DIANA CAROLINA ALVAREZ




Puedo confiar en la muerte
para que no se lleve mis sueños,
¿o será la muerte la causante
de esas ilusiones enterradas
mientras la vida no hace nada
y ve cómo se desgarra un universo?
pero sin embargo las almas luchan
deseosas por sus sueños
y aúllan por todo lo eterno tan fuerte
que a veces parece que, en el cielo,
los ángeles tiemblan de miedo.
¿es la muerte la enemiga de la vida,
que a veces causa temor entre los muertos,
o será la muerte la causante
de un amor por la vida?

7/11/08

JUAN PABLO POSADA

DOMINGO

Desnudar de las ciudades
susurro
estertor de los inmuebles
y absurdo silencio del mercado

En las cálidas mazmorras del miedo
salas de espera a la muerte
se alza la voz de lo innombrable
ahogada por el unánime
grito de los televisores.

3/11/08

DIANA RENTERÍA CRUZ

Rebelión del nombre

Mi nombre ya no quiere llamarme.
Fugitivo sustantivo del espíritu,
se niega a convocar la presencia
de mi cuerpo ausente.
Las letras ya muertas de mi antiguo nombre
Rehúsan cometer la sintaxis
que hilará la forma de mi cuerpo
y lo sembrará en la memoria del mundo.
Mi nombre ya no habla de mí,
se ha fastidiado de habitarme,
le ha sobrevenido el hastío
y la hartura de vivirme.
Ya no encuentro asidero en el Lenguaje.
Se ha fugado el soplo del verbo
que en mí se hacía carne;
mi nombre ha muerto de desidia
y de saberse vilmente prostituido,
ultrajado por la masa anónima de voces
que lo nombraba.
Ahora,
extranjera de mi nombre,
exiliada de mi sílaba vital,
me arrastro como sombra abandonada
hasta mi orilla;
yazgo ávida de escuchar la palabra primigenia,
el hálito vital del morfema
que me habite nuevamente,
que me pronuncie por primera vez.





Ilustración: Mujer Manzana, tomada de: http://neopintor.blogspot.com/

26/10/08

JOSE ESTRADA

He visto mas de mil caras en la última semana,
mas de un millón en un año y hoy he visto mas de cien.
Las miro y algunas las conozco,
otras un poco y otras ni un poco;
y me doy cuenta, cuando me miro en un espejo y veo mi cara,
que tampoco me conozco.
20-V-2008 Manizales



15/10/08

SERGIO HURTADO GRAJALES



óleo, charles baudelaire

13/10/08

FELIPE LOPEZ

MI PETICIÓN

Quiero hervidero en mis huesos,
No vecinos bajo tierra
Ni muertos que me acompañen,
Mas la soledad he pedido
el olvido ha de ser mío
y la lapida será un muestrario
para los que quieren permanecer,
he pedido desaparecer
Pues el ungüento de mi polvo pediré:

Arrojar al sanitario.

Anselm kiefer, las celebres ordenes de la noche; de www.guggenheim-bilbao.es

10/10/08

DAVID JARAMILLO


Fruto Prohibido
a mi esposa... ella.

"tu cuerpo es paraíso del cual ningún dios podrá echarme."

Gioconda belli.



Se mi fruto prohibido.
si quieres se carne carne de bacanales,
llénate de incensarios o de famélicas faenas.

Pero déjame probarte fruto prohibido.
Déjame ser el furioso grito de tu sangre o
simplemente ser el clamor inmaterial de mis silencios
que inquietos te besan y te reclaman.

Se mi muerte simple e imprevista,
como la de los césares bañados en bronce
y llenarme de tu olor de orquídea;
mientras pruebo de ti fruto cándido
!fruto de ángeles para ángeles¡.

Que después de haberte probado;
cualquier, desnudez, soledad o tártaro
será azotado por tus vestigios
fruto trastocado de ambrosías
que el cielo habrá de negarme por habérmelo bebido.

He de asirme a ti con desperado esfuerzo como el alba del día,
he de apretar mis manos como el enfermo de su sudario,
como el moribundo del crucifijo.

¡ah! fruto prohibido que después de probarte
después de haber consumido hasta tu sombra,
no sin antes haberme bebido la eternidad, he de perdernos entre la sombra,
dormiré acariciando tu imagen y ahogándome en tu memoria

Entre los hombres jamás seremos vistos
pero los acordes de mis cantos acompasaran de los grillos.
y las mariposas serán mensajeras de nuestro nuevo paraíso.


8/10/08


Me llamo Cristóbal y hay cosas que creo indispensables en la vida, una de ellas es comenzar siempre por decir un nombre, Cristóbal y punto, sardina, Valeria y punto, si bien, Cristóbal, sardina y Valeria no llegarán a ser nunca lo que señalamos con ese nombre, siempre vive un comienzo para algo que existe, el comienzo para llegar a la mentira, a la verdad, a los intermedios de la verdad y la mentira o a lo que no existe, ahora, en este instante puedo decir puesta de sol y denotar con ello el resultado ineludible del movimiento rotatorio de la tierra, sin embargo no hay una mentira más evidente que decir puesta de sol, hombre, evolución, razón… todo lo que generaliza y subalterna.
Por eso comienzo por decir puesta de sol, nombro, pero al mismo tiempo que nombro desvirtúo, y digo duelo, esta condición es más adecuada en mi propia verdad de sol en la tarde en que la cámara fotográfica ha disparado municiones de luz luchando por imágenes que me complacen solo a mí, la única regla es un hedonismo fotográfico, el placer que está en el hecho de ignorar la técnica fotográfica y de contar con una pésima cámara y sin embargo decir que puedo entablar un duelo con el sol, arrogarme su intimidad de astro, decir que solo estamos él, yo, la última foto del rollo y una perspectiva que solo se ofrece o me complace a 10 minutos de camino arriba, el juego del duelo, su sentido y regla, es que debo llegar al lugar de la perspectiva antes de que el sol brinque al otro hemisferio y creo que esto ocurrirá en muy poco tiempo, mi primer paso y el duelo queda pactado, estoy en una vereda que se llama La Mediación la perspectiva esta en el intermedio de esta vereda y otra que se llama Morritos, le doy al sol mi espalda, me cae en gracia la idea de vencer al sol en un duelo y me aterra lo que me podrá pasar si pierdo, apresuro el paso no veo el sol pero advierto su tenue presencia en el color azafrán de la montaña de enfrente, la carretera, una curva, la perspectiva en la siguiente, el duelo, gritos de niño, Orlando llorando junto al cadáver de su padre, el sol proyecta su último rayo que va desapareciendo al mismo tiempo que desaparecen los asesinos en una Toyota 4.5. El sol, mi duelo el duelo de todos. Perder en un duelo con el sol.

2/10/08

JUAN PABLO POSADA

ALGUIEN DEAMBULA



siento sus pasos alevosos
irrigando los sueños y los días

Deambula andante
en el pizzicato del reloj

Cuenta
Gota

a
g
o
t
a

la entropía del abismo.

23/9/08

FELIPE LOPEZ


VENTANA

Me veras como aquel que busca espíritus en la ventana,
Soplando oscilaciones de humo gravitando en mi nariz,
Puedo tener halitosis de desencanto en mis hendiduras,
Puedo escupir alucinaciones deshojando margaritas,
Mientras tanto, el barco tanático por tus labios me entierra,
como un collage de infinitos espejos antiguos.

Me veras como aquel que busca espanta pájaros en la ventana
Abrazando un batallón de ciervos en combates silenciosos,
empalado de risas infantiles con la pilatuna del miedo,
mas un hongo reivindicara el cuaderno que perdí en primaria
y un hervidero de ecos retumba cada hora,
anunciando que la silla eléctrica espera un pensamiento muerto.

soy reo de relojes muertos entre juguetes manchados
anidando el ultimo muñeco bajo la sombra turbia de mi lecho;
(¿ El ratón cabalgando almohadas me devolverá mis dientes?)

ya la antorcha se apaga con la tiza del tiempo,
como un moho invadiendo jeroglíficos melancólicos,
como una ventana que se derrite buscando infancia,
como esa campana eructando decibeles funerarios.

La oscuridad ha dejado de ser temor
para ser una inmensa linterna de adultez,
ya es el juego a las escondidas de la muerte;
(¿Dónde queda el caballito de madera del recreo?)
Los sueños ya no bajan de una chimenea
Es el trineo rojo que se pega un tiro en la memoria
Con el Cromático vaivén de las luces en los balcones.

Me veras como aquel que busca bombitas de jabón en la ventana
En la iracunda explosión de la invisibilidad de una ilusión,
ya me levanto del ataúd de corbata,
y el barco de papel se la llevan mis lagrimas,
con esa niebla tragándose los salones en fotos,
y esos cuadernos haciendo fragatas al basural,
y esas canicas cartografiando nubes en la tierra empantanada,
y esas baldosas estampado hogueras de zapatillas,
y esa ventana que se cierra en mi boca para siempre.

16/9/08

SANDRA MARCELA GOMEZ

Me he convertido en una poeta maldita
la que patea al destino
y le escupe con fuerza
hoy no soy buena, ni noble, ni bella
hoy soy sólo la Plath de mi historia
la que no se desgasta más en palabras altruistas y románticas,
la que aún no sabe para donde va
pero va trazando sinuosidades
Hoy soy sólo
puños apretados
y maldiciones al viento
Hoy sólo soy
la ponzoña del escorpión,
que desea matarte.

9/9/08

Leandro Loaiza Largo



DIÁSTOLE

Una mañana despertó escuchando el horrible latido de su corazón, sabía que tenía uno y que sin mayores dificultades había trabajado bien hasta sus treinta años de vida, pero jamás lo había podido escuchar con tal claridad, palpitaba en sus oídos con un estruendo idéntico al de un bombo, caminó despacio hacia la cocina al ritmo de los latidos como si de pronto se fuera a caer al piso, bebió su café con la esperanza de despertarse y olvidar las pulsaciones pero nada pasó, se vistió deprisa y tomó un taxi que lo llevó a urgencias del seguro social, aturdido y medio sordo en la sala de espera, encogía los hombros con cada latido que golpeaba su cabeza, después de un rutinario chequeo de pasillo le dijeron que lo suyo no era grave, que pidiera cita por consulta externa, de pronto el hombre rompió en llanto, atravesó corriendo la calle y varias avenidas, llegó a la silla de un parque, hundió sus dedos en su cabello y halándoselo con todas sus fuerzas pegó un grito al cielo con tanta angustia que hizo que la gente de los edificios vecinos se asomara por las ventanas, el chorro de sangre que llenaba las venas de su cuello martilló con más fuerza en sus sienes, nadie lo ayudó, llegó a pie a su casa, había deambulado toda la tarde por la ciudad como un zombi sudoroso teniéndose la cabeza, resoplaba entre los dientes una espuma espesa y brillante, buscó en su escritorio un lápiz y un sacapuntas decidido a romperse los tímpanos, puso el lápiz primero en su oído mientras con la otra mano sostenía con el brazo extendido un pisapapeles, apretó los dientes y medio segundo antes de golpear la goma lo detuvo el silencio, dejó caer todo y mirando como temblaban sus manos lloró, lo hizo hasta que se quedó dormido.

5/9/08

DAVID IGNACIO JARAMILLO

Dedicado a ustedes.

“En mi tosco arte u oficio”
Dylan thomas.

Dormido, en su Andrómeda o en su tauro distante,
De fragantes cuadras marrón y a ladrilladas.
Camina, y la tierra soporta sus pasos
como si hasta ella supiera; que le sería mejor
entregarse a ella que hacer lo que él hace.
Con una procesión de recuerdos sonora
y sin clarinetes, ni trompetas, ni tambores;
anida en los desgarrados bemoles de unos horneros

que se desangran entonando su misal
de comunión con la mañana y de cándido epitalamio,
como si le saludaran a él y a la neblina que se desfigura.
El cree que las rosas son lágrimas de arrebol,
o lágrimas del viento o mansiones del carmín.
Camina y hasta piensa que tiene rumbo
pero sabe que su alma está tan sucia,
que no importa aquí o allá y que donde quiere
buscar jilgueros encuentra cuervos que pinta
de celeste para que parezcan azulejos al menos.
Y pesca en los charcos de las alcantarillas
alguno que otro delfín que mas parecido a un envase
que desnuda creyendo que tienen brasieres.
Pero cuando mira la tapa del caño y ve a un hombre
con aguas negras y mierda hasta las rodillas, lo envidia
como si el vaho que lo rodea fuera una recompensa.
sigue envidiándolo cuando a él le toca enfrentarse
a esos universos intrincados o simples que sus big-bans
duran segundos o años que nacen y mueren siempre
en esos momentos de abstracción
mientras su madre gime y llora y se convulsiona
entre sus manos; mirándola a los ojos con amor
mientras ella lo mira con odio como a un pelele.

Envidia la carne del yugo que va cediendo con los años.
Al menos sus soledades son ignoradas por ellas mismas
Añora ser el condenado, con todo su cadalso de esparto
y hasta sus ahogados rictus de muerte desnucada.
Él sabe que es como una brisa que muriendo refresca
al burro con su ejército de moscas;
sabe que es un silencio de blanca que armoniza
una partitura, la coma que estando no está.
El es eco que rompe el inexpugnable castillo del silencio;
que es la revolución donde el monarca volverá monarca y soberano.
Como se detiene un gusano tranquilo,
que se come la barriga de un obeso,
o el escape de un remordimiento que vuelve a batir
sus grandes alas sobre la conciencia,
EL conoce la cadena y el martillo; pero sabe
que no es la mano, ni la intención
él es el estruendo que nace del golpe.

3/9/08

Todos los viajes a casa son diferentes, todo empieza con levantar el dedo y ya, una buseta frena y abre la posibilidad de moverme sin moverme, de avanzar en el delirio de las personas, de observarlas en sus disposiciones más ignotas, en sus palabras más fugases, no recorro calles, recorro personas que hacen la calle, que la mueven, la desdoblan y la espantan.

No hay un día en que el calle sea el mismo, aunque la ciudad siempre sea la misma, todos salimos cargados, unos con cuadernos y libros, otros con vaginas y penes, con mangos, salimos, sí, pero comenzamos a entrar en la carga de otros, así una mujer puede cargar, sin saberlo, la expresión más tierna y triste, pero entramos, sin permiso recorremos su ternura y su tristeza hasta que podemos decir que esa carga también nos pertenece y decidimos entonces cargarla. ¡Maldito soy yo que me permito cargar placebos! Maldito soy yo que recorro las calles y decido que cargar mientras otros no. De entrar y de salir se dibuja la calle, de entrar y de salir se dibujan los muertos, los automóviles, los niños en el parque.

Salir, ya estoy fuera de la buseta y dibujo mi segundo trazo ciudad, y mientras camino dibujo, pienso en cuantas personas en este momento están haciendo lo mismo, absolutamente todos al unísono construyendo una forma efímera pero permanente en un patrón de quietud, Manizales, patrón de quietud, cuantos seres moviéndose para que al anochecer todo siga lo mismo, para que una semana después todo sea lo mismo, sí, Manizales.

Mi itinerario de viaje, una cuadra arriba del Inurbe, esquina, zambullirse en la galería, comenzar a descender en rostros, cada vez más abajo y allí los rostros de la no oficialidad, de lo no legitimo y por lo tanto de lo verdadero, rostros aporreados en medio de frutas frescas, la galería de las imágenes verdaderas, una vez aquí la imagen es viva escurridiza y peligrosa pero no falsa, dos cuadras arriba de los pabellones de carne, una vitrina perfectamente dispuesta deja ver puentes y dientes dispersos por el azar que dispuso la fuerza de la mano de un dentista, los dientes y cajas postizas se reflejan en dos vidrios colocados en cada lado de la vitrina en forma triangular y he ahí la instalación perfecta, miles de dientes proyectados en mi ojo, si subes un poco la mirada encontraras el autor , el artista, un hombre viejo con un uniforme verde sentado en la soledad de su consultorio, casi inmóvil, tal vez me ve a través de sus gafas oscuras, o tal vez no, ese hombre define su vida en una profesión obsoleta, y eso me basta, yo me puedo ver en él, y de esta manera él me ve, me ve cuando me muestra uno solo de sus dientes.

Y así paulatinamente todo se ofrece, las imágenes salvajes haciendo recorridos momentáneos, el falo de Bolívar oficialmente ausente de la escultura en bronce al lado de la catedral insinuándose casi satisfecho en la versión que el lumpen hace de él, un recorrido de 7 minutos me demuestra que el pene de Bolívar , no está siendo devorado por los feligreses en la comunión del domingo, lo devora un hombre en la esquina del Bar Parrita cuando deja atrás la puta que llora y decide matar a otro hombre, lo toma doblegándolo fácilmente, se sienta sobre él y de una de sus manos sale la lamina que hace un recorrido pendular incrustándose en el cuello del que ahora agoniza inevitablemente , un dibujo de la calle que inmediatamente se borra para dar paso a la ciudad, Manizales, Bogotá, Medellín, Ibagué, todas disuelven la movilidad, en todas ellas se cercena el pene de Bolívar , en todas ellas se deja el pene sin ideas y a la libertad sin reproducción.

30/8/08

JOSE ESTRADA


Y… no se…




Tal vez un ruido,




Una bala,




Una bomba,




Una cometa que choca la luna y la impulsa hacia la tierra,




Un quejido de un perro que vaticina la catástrofe,




Y nosotros?




Caminando como hormigas arrieras en un camino labrado por ancestros que solo quedan en recuerdos y en libros de historia,




Y nosotros?




Nosotros seremos historia,




Una historia en el tiempo ....




13-I-2008 Manizales.

25/8/08

FELIPE LOPEZ

FUGA
En el manjar, acaricias un pecho baldío de sangre ,
y esperas abrir , una persiana para que llegue la luz de hueso, y el polvo, es un fulminante letargo de aire, como una exhalación gris, como una inhalación de mariposas envenenadas, mientras conspiras a la fuga del cuerpo por la ventana, beberás absenta viendo tu vecino ahorcarse, o aun gato esquizo dormido en tu pelo, sabrá acompañarte ,Pero, veras que tu fuga no es solitaria, y tocaras la puerta enajenada, de soledad, de amores que caen recolectando gravedad,en tu fuga, un gran crujido con enfisema, hace que el sol se proyecte, y lo ves que no a cambiado, tu piel, fríe con argucia de niñez, vez la noche y el día y notas que no a cambiado, que a cambiado que cambiara de ti, busca tu fuga....