6/11/10

Ricardo Gabelo Lara
















Ricardo Gabelo Lara
Retratos de familia
Pintura
2010




Felipe López


EL INTELECTUAL QUE SE VOLVIÓ SHOWMAN

Showman, me dijiste que pensar había pasado de moda y me enseñaste el sudor de bailar ante el público, me inventaste a los placebos de una película pornográfica, me diste aguardiente y juramos no volver a tomar por penas de amor. Dame las gargantillas de labia que tienes a las salidas de un colegio, juro no pensar en Marx ni en rescatar a Latinoamérica y “juguemos en el bosque…”. Cómo pedir elocuencia, fatua magenta… Me dijiste que me olvidara de istmos, soy tu papel en blanco, mi tinta es esclava de la zozobra. Showman, tu mundo es un vals, una vorágine de la fiesta de una quinceañera, me traicionaste sin dejarme dioses y sólo iconoclasta me siento. Quiero ser el engranaje del no tener que pensar, de reírme ante las conversaciones de las amantes que despotrican de los eyaculadores precoces; mi mundo es de aguas estancadas y mis años de flotadores con forma de pato. Quiero mirarme, quiero mirarme, quiero mirarme… Como un voyerista del Showman que quiero ser. Quiero ser un vulgar que le apuesta a la hípica, quiero ser don Juan de Marco y Gardel, el contrabandista de culturas orientales. Showman, te veo como un héroe western a la luz de una mágnum debajo de un panty rojo. Renuncio a los burgueses cafés, a la megalomanía de un insulto irónico. Showman, he sido tuyo, siempre la careta de intelectual cae por el peso de mi ignorancia.

Stefanny P. Garcia


























SEPTIEMBRE 1999

Puedo abrazar el mar
bajo la luna llena
besos de agua y sal
mojan mi silueta
puedo encender el sol
o aliarme con las estrellas
bolgarme, no caer y perecer.
Abrazándote...
soy capaz de dibujar
en el aire margaritas que se puedan
deshojar.
Soy capaz de renacer,
y en invierno hacer brotar primavera,
bailando al centro de esta tierra.
sonreír, respirar
brindar con las mareas.
Puedo esparcir la luz
y colorear la espera.
dormir entre tu piel y amanecer...
Sonriéndote...
hacer girar la esfera
tanto como quiera
brindar con las mareas
bajo la luna llena
abrazándote...

NATALIA ESPINAL








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Leandro Loaiza Largo























Peligrosamente triste
pasa la ciudad bajo mis pies,
no sé a dónde me lleva el asfalto.
Programo en mis oídos
la banda sonora de mi rutina.
En mi mochila un libro
sobre un serial killer de gimnasio
y el cuaderno de siempre.
Me atrapan las ganas que tengo
de no morirme.
Atravieso la sombra de los arboles
camino a la universidad,
un beso de nicotina me recuerda
que no debo fumar.
El cielo me mira
y amenaza con dejarse caer.
Todos huyen.
Qué momento más sencillo y hermoso,
las gotas pintan pecas en el suelo
y ya no quiero pensar en nada más.

DIEGO GALVIS



ES HORA, INHALA

Es hora de escupir
contra la pantalla.
Defecar sobre las teclas
apilando excremento
con tanto entusiasmo
como al abrir regalos navideños.

Se pichan
las balas de cañón,
y es solo humo,
lo que al final queda
en intentos decadentes
y pésimos de tortura.

Es hora de escupir
contra la pantalla.
mandar a dormir
las aves a las tres de la tarde,
destruir cartas en un sábado en la noche,
ver morir un gato,
y borrar memorias
oprimiendo un botón
que diga: eliminar.

Se desdibujan
las palabras en el viento
y el resultado:
un rostro frío y maquillado,
el tu rostro
que no sabe cómo fingir,
el camino chuzado de tacones
y muelas de sonrisas falsas.

Es hora de respirar…
inhalar,
expandir el diafragma,
guardar la saliva,
parpadear tres veces,
y empuñar los cuchillos.

Cuando exhales
me habré ido.

30/10/10

Ailing Lau

























CARNAVAL VENECIANO

Carnaval veneciano extendido 365 días
máscara perfecta que esconde la fealdad y la maldad
de aquel cuyo nombre desconocen los hombres
danzante y triunfante juega sobre plumas multicolores
acompañado de títeres arlequines
quienes dejaron en el olvido el pensamiento.
Solo el sol con su mirada
hace resplandecer la falsa sonrisa
y a una hora determinada se oye como brujas risas.




Poema incluido en la Antología El Vacío Como LLenura 20 Poetas Contemporáneos 


Jose Estrada

Regálame cinco minutos para escucharte,
Tomemos café mientras hablas,
Cuéntame a cerca de las comunidades marcianas en Neptuno,
O de cuántos tragos tomaste el fin de semana pasado.
Háblame de cómo suena tu guitarra quebrada y sin la quinta cuerda,
Explícame cómo haces para tocarla y cantar.
Dime como cocinas el arroz con camarones,
-¿A qué horas te acostaste anoche?
-¿A qué horas te levantas?
Dime:
¿De cuál religión eres?
¿Qué música escuchas?
¿Cuál es tu color favorito?
Cuéntame cómo sigue tu perra después de la pelea de anteayer.
Dime si te aburres con mis preguntas,
Pero no me digas:
“ya se acabaron los cinco minutos”



Envigado, 16 de septiembre de 2009





19/10/10

Carolina Calderón

                                                                                        Tacto



                                                                                       XX



Naturaleza consumiéndose



                                                                                             Once Upon a Time












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27/9/10

Wilmar Andres Morales


CAGADA EN UNA CALLE CON CATEDRAL.

Solo poseemos el cuerpo cuando hacemos el amor cínicamente en las esquinas
o cuando un loco enseña sus genitales en la vía pública,
el resto del tiempo, no es nuestro.
La calle usurpa el cuerpo para ponerlo en dirección a la ciudad, cuerpo de cuerpos.
La ciudad a su vez impondrá esta máxima:
“La calle permitirá sólo la vida al reducto de carne, acondicionará la carne para que elija bien”.
El loco que enseña sus genitales será exterminado,
el maestro redentor del alma será exterminado.
La esperanza del símbolo subversivo
devino en estética de la higiene,
poesía exterminada.
Estúpido poeta construyendo una metáfora ya construida,
reproduciendo un cuerpo ya dominado.
El poeta desinfecta su cuerpo para exhibirlo en la ciudad,
Su asepsia es su elección, su estética de la higiene.

¡Mamá! ¡Mamá! Tengo ganas de cagar.
La calle es larga, tanta gente que pasa…
Un poco más adelante la madre observa un espacio bajo las escaleras de una residencia, diagonal a una catedral.
- ve y caga allá.
Él hijo sale corriendo, pero su madre le grita, mientras arranca las hojas de un libro de poemas que le acaban de regalar:
-hijo, espera.
El niño se devuelve, recibe unas hojas en las que se lee, Mi novia… Mi patria…
La madre le dice:
-hijo,
sobre todo,
la limpieza.


21/9/10

Presentación de la antología poética El vacío como llenura, por Felipe Agudelo Hernández

 
1.
Al preguntarles quiénes son, algunos de estos escritores, por eludir la infinita duda socrática, contestarán sin dudar con lo que hacen. Podrán responder entonces, soy ingeniero o químico farmaceuta, estudio el comportamiento de los humanos o castigo los errores que excedieron un límite, diseño imágenes para alivianar informaciones o informo crudamente. Pero hay otra parte de la respuesta. Lo que no sale de la boca pero se grita en la mente: puedo ser cualquier cosa pero vivo como poeta porque tengo en el alma, recordando a Lorca, un frío temblor de estrellas.

Han conocido una palabra. La han besado, la han escuchado gemir y han amanecido con ella. Después descubrieron que podrían fabricarlas. Construyeron un desvelo de palabras, tantas como para construir un desierto, una ciudad o una tormenta. Pero no bastaron. Se acabaron rápido, fueron malas amantes o no se dejaron poseer, y al final los dejaron con esa sensación de que se perdió lo que no se tuvo. Se han visto obligados entonces a permanecer en la inmadurez fatal de las adicciones; a cambiar su crecimiento por el juego de erigir un poema con unas piezas de arma-todo regadas en una habitación oscura; un juego que no siempre divierte. El poeta es un joven eterno con una mente que trasciende. 

Pero también han intentado salir de esas palabras. Han esperado que el viento se las lleve… Sin embargo sólo se ha llevado copias. Las palabras se reproducen, y, como se refería Paz a una amante desnuda, nos reparten en sus partes... Tal vez se fumen, se atomicen, o se condensen en la piedra arrojada al precipicio o a la cabeza del policía; pero siempre una se queda. Como los hijos que arrastramos pegados a una pierna, insistiendo en ser llevados a lugares prohibidos: a los entierros y al epitalamio, a la noche y a la alegría, a las misas y a las presentaciones de los poemas.
Tal vez botarlas no sea tan fácil porque siempre queda una que ha creado un lugar en el poeta, que ocupa espacio. Por eso el poeta, desde que decide serlo, se va llenando de bobadas o de cosas muy lindas, que va utilizando para el buen vivir o para violar al amor.

De repente todo se paraliza ante nosotros cuando notamos que le hemos cedido la vida a una palabra. Una mañana una palabra se asomó en el espejo y sólo vio la alegría de un humano exprimiendo una tristeza. Un día después volvió al cristal y lloró al notar que aún era demasiado humana.
  
2.
Cuidado poetas con las palabras, una palabra puede decir, no me sirve este humano, qué muera y que asistan sus humanos sinónimos a un funeral donde nosotras no vamos; y si vamos no lo hacemos de corazón; y si lloramos, lloramos lágrimas pero no tinta. O lo que sería peor, que digan, necesito un hombre para describirle la fuerza y la barba; o necesito una mujer con senos pequeños para completar un endecasílabo; y traernos al mundo cuando no quisiéramos, y que después  se ocupen criando otras palabras, pagando los servicios, ejerciendo profesiones políticas, científicas, o trabajos temporales en insultos o en una conversación amorosa. Nosotros seríamos, como escribe Diana Toro, juguetes en la penumbra; castigados por usar nuestro nombre en primera persona. Hibernaríamos como las ponemos a hibernar a ellas cuando se nos da la gana; y ellas con ganas de salir, a veces salen con lágrimas o estrujan el pecho como si hubiera una estampida en el corazón.
Cuidado con las palabras, que las palabras se parecen a los dioses, no se ven, no se mastican, no se acarician ni se golpean, y se muestran en íconos, en fetiches; pero están, en la vida, en el sueño o en un rincón sucio del mundo que hace parte del olvido.

3.
Como creyente de la libertad literaria, les digo, cuidado con confundirse de dioses, que esos son privados: cada cual tiene su dios y cada dios tiene su humano… así coincidan y reencarnen en un insecto ágil, venenoso y eterno, que, los que han profundizado en el tema, han llamado dizque un poema. Una mitificadora que hace parte de los 20 dice que lo más parecido a un poema es un espejo donde nadie se reconoce.
Y si la palabra se escapa de tus manos, mátala, tortúrala, que sentirás la satisfacción del asesino, la euforia del verdugo, así ella no muera ni sufra. Mátala, así sea, como dice en su Aquiles, David Jaramillo, la muerte del otro cuerpo donde muera el corazón.

Como Leo Loaiza, callas y vas cerrando el ataúd. Ustedes también lo buscan, y al encontrarlo, lo desean hasta la necesidad. Le pasa al poeta lo que a Lorena Madrid, que busca un silencio donde pueda gritar, antes de empezar un poema. Nos pasa ahora, y les pasaría a sus endiosadas palabras: buscarían también el silencio. Como lo buscamos después de escribir, cuando leemos o cuando queremos estar muertos por una noche o después de llorar…
En ese momento llegaría nuestro tan anhelado fin. Sería una masacre peor que las manías naturales, peor que la ignorancia de los hombres. Una sola muerte de esa masa chistosa y triste llamada humanidad… Pero paradójicamente, al final de todo y en el mismo papel, quedarían nuestras palabras.

Cuando salgan, cuando termine este orgasmo lento pero continuo, tal vez se irán sintiendo lo que yo sentí al leer este libro para presentarlo. Que cumple el criterio que le exigía Platón al poeta: la poesía debe ser, ante todo, ligera.

Felipe Agudelo Hernández
Manizales, 17 de septiembre de 2010

15/9/10

Gregorio Martinez




















  


"¿Despierto, dormido? "


No es fácil caminar en el desierto.
Tu recuerdo como un sol quema mi alma inclemente.
Solo nubes pasajeras me protegen de él.


Todo a mí alrededor se desmorona.
No es más que arena.
Divagando solitario, te pierdo,
Paso a paso se separan tu imagen y tu esencia.


Sediento y cansado no hago más que oír tu voz en el vacío.
Confundo espejismos y sueños
¿Despierto, dormido? Ya sin, ti es lo mismo


Decidido a encontrar el oasis de tus ojos,
Sopla el viento arrancado mis palabras y mis meses.

14/9/10

DIANA MEJIA



  "La sofía podía verse reflejada tanto en la naturaleza antropológica, el hombre, como en su cosmología universal" Cuento para niños...

13/9/10

DAVID IGNACIO JARAMILLO


Haiku

"a mi venus de ojos brujos"

Atardecer.
El sol y tu marcharon
dejando sombras naranja
en el iris






tanka

Este canto al
Lirio húmedo de tu paso
No es cantar de flor,
Sino de gota, que brilla
Porque sobre una oda
Hace su primavera

9/9/10

INVITACIÓN AL LANZAMIENTO DEL LIBRO:

El vacío como llenura
20 poetas contemporáneos
en manizales

RICARDO GABELO LARA

Amar es no sentir


Porque puedo maltratar la palabra
Porque puedo degradarla y corromperla
Arrojarla a un vacío inexistente
Explorarla, violarla y dominarla

Porque etéreas como son…
Las emociones; incapaz soy
De usar palabras ya inventadas
Yo no te amo no, esa palabra no la siento

Porque amar es redundar y reutilizar
Amar es reciclar, amar es desistir
Amar me sabe a canción de bolero
Amar me huele a poesía desgastada

Amar es no sentir, amar es sobornar
Es mentir el nombre de algo nuevo
Es usar una máscara prostituida
Es camuflar al corazón y a la neurona

Amar es preferir salvar a un viejo
Que darle vida a un neonato
Es ahogar un suspiro
Es renunciar al orgasmo de tus besos

Yo a vos no te amo no
Esa palabra no la siento.

8/9/10

felipe sánchez hincapié

Dibujos en paint


Cowboy




Peso pesado




ESPACE ODDITY



El sueño del general




copyright, todos los derechos reservados ©

Jose estrada

Me desvanezco entre sombras y la gente,

Algunos caminan con sus sombras llenas de tristeza florecida en sus caras,

Pero no desvanecen.

Me desaparezco entre las personas que caminan cansadas de la vida,

Pero sin ganas de morir.

Camino entre escenas de teatro callejero,

Entre actores inmóviles.

Ya los sueños los desvaneció la motivadora esperanza,

No se cumplen,

Y también se desvanecen entre sombras.

Cada día aparecen otros detrás de las nubes,

Pero caen como gotas de agua,

A los ríos para que se vayan,

A la calle para que la gente, los carros y las motos los pisoteen.

Ni el sueño que le da al cuerpo se cumple porque despierto en las noches,

Todo transcurre en una esperanzadora monotonía que clava más mis pies en el concreto tan vacio de vida,

A pesar de que los sueños se están desvaneciendo,

Sueño con seguir vivo.

Medellín-Envigado, 8 de abril de 2010

22/7/10

Proximamente



El vacío como llenura
20 poetas contemporáneo







PRÓLOGO*
En el común de las personas, el conocimiento de su lengua materna es básico y se reduce al uso cotidiano del lenguaje, con las palabras manidas, las frases construidas, los refranes populares y la repetición de los mismos chistes. El poeta se caracteriza por tener un conocimiento mucho más profundo del lenguaje y utilizarlo de manera cautelosa, novedosa, por no caer en los lugares comunes. Es aquel ser que tiene una sensibilidad desarrollada para ponerle palabras a las sensaciones, a lo emocional, a los hechos que el común de los mortales sólo reducimos a expresiones vulgares. Sólo así, el poeta puede reencontrar el sentido original de las palabras; ejerce la función de intérprete del alma cuando puede traducir en bellas palabras lo que para otros es sensación.
Ante la decadencia del lenguaje, de lo humano, el poeta resucita los vocablos catalépticos, perdidos en la memoria de los ancestros, de los libros clásicos, y les da nueva vida, los pone de nuevo a circular, haciéndole un homenaje a la lengua madre.
Pero la misión del vate no queda allí, por la sensibilidad de que está dotado debe viajar con el equipaje que le brinda su cultura e introducirse en el interior de los avernos para comunicarnos al resto de los mortales lo que aprendió del mismo, lo que encontró a su paso y cómo logró emerger de las trampas que el Hades debió ponerle, para que nos podamos reconciliar con la vida, ponernos en contacto con Eros.
Es frase de Perogrullo aquella de que es difícil hacer cultura. Afortunadamente ello no impide que existan algunos ilusos, soñadores que en su empecinamiento terminen por hacer realidad las utopías. Este proyecto tuvo una cocción de dos años y medio cuando un joven manizalita, Juan Felipe López Giraldo, estudiante de Psicología de la Institución Universitaria de Envigado, decidió tener un espacio en la web, un blog titulado “El vacío como llenura” para desahogarse, expresar y compartir con otros su vacío ante la crisis existencial y hacer algo con ella a través de lo sublime, de la posibilidad que tiene el ser humano de sobreponerse a ello. Sólo la reflexión, la lentitud, el tomarse el tiempo para pensar las situaciones, puede convertir en obra de arte la desazón.
Entonces, lo que empezó por iniciativa de una persona, se convirtió paulatinamente en un grupo de personas que pasaban sus colaboraciones para que se colgaran en el blog. De estas colaboraciones, que en su ochenta por ciento son de jóvenes menores de 25 años, surgió la idea de materializar esa producción en un libro. La convocatoria se realizó en un principio con los colaboradores del blog y se extendió luego a los contactos que comenzó a realizar Juan Felipe López Giraldo en una invitación personalizada a poetas que él conocía o cuyas páginas había visitado. El criterio de inclusión era que llevaran mínimo dos años escribiendo. Cada uno pasó diez poemas de los que se seleccionaron cuatro en promedio. Es de realzar el buen uso que se dio a unos medios que hoy por hoy han sido satanizados como son el Internet y el Facebook, pues la convocatoria, la invitación personalizada y el intercambio de poemas se dieron a través de estos medios, debido a que los escritores son de diversas ciudades del país: Doncello, Manizales, Medellín, Envigado, Socorro, Riosucio, Filadelfia. Lo que muestra, entonces, que no son los medios los que deben criticarse sino la forma como son utilizados generalmente.
Cualquier producción artística puede reunirse en dos grandes temas: eros y thanatos. Ésta no es la excepción. En esta compilación se encontrarán poemas que le cantan al erotismo, al amor y al desamor, que logran imágenes inusuales. Asimismo, aparecen en algunos los temas de la muerte, el desengaño, el tiempo, el hastío, en torno al conflicto y a la difícil realidad colombiana. Como en toda obra de múltiples autores existen altibajos, diferencias respecto a la trayectoria escritural, a las experiencias y al conocimiento de la poética, no obstante, en todos se observa un camino trazado por la letra, el canto a lo simple y a lo cotidiano.
El lector podrá disfrutar con estos noveles poetas y contribuir a la difusión de un trabajo que se hace con esfuerzo y disciplina diaria.

*Sonia Natalia Cogollo Ospina
Medellín. Psicóloga Universidad de Antioquia, Magíster en Literatura Colombiana. Docente de la Institución Universitaria de Envigado. Líder del semillero en Cine, Literatura y Psicología.




ÍNDICE




Sebastián Arango Restrepo
Mauricio Bedoya Tabares
Andrea Echeverri
José Estrada
Ricardo Gabelo Lara
Diego Fernando Galvis Ariza
Andrés Mauricio Gómez González
Lukas Gutiérrez Montoya
David Ignacio Jaramillo
Ailing Lau
Leandro Loaiza Largo
Juan Felipe López Giraldo
Lorena Madrid
María Camila Narváez
Juan Pablo Posada Garcés
Steven Ríos
Diana Marcela Toro
Leonardo Urrea Madrigal
Luisa Fernanda Vaca
Sandra Verónica Valencia Soto