6/7/12

Juan Pablo Posada


Y LA DOCTORA MUERTE CRUZÓ EL UMBRAL 





















Llegó
Rauda como un huracán que no soporta el día
Y
En las noches
Se alimenta de su propio vértigo.
Llegó
Como un heraldo del antiguo oriente
Latinizado
En una suerte de I ching de monedas que congregan el caos.
Llegó para perturbar
El masturbar
De un ámbito ególatra
De una palabra que huye siempre hacia el silencio.

Qué clase de daimon
¿Qué clase de daimon haces pasar por tu cuerpo enloquecido?
Me preguntaste
Una tarde
 En el rito de la chatarrería gastronómica
Pretendiendo adular la vanidad en sí.
Un budgie que da la lucidez
Respondí altivo.

El olvido
La locura
La tontería.
Hoy lo sé
Todo depende de ti
Loca-mente depende de ti.

Atrapada en la psiquiatrización del pop-venir-ser alguien
No obstante (como si fuese una elección)
Pongo en prenda mi obsesividad.

Mi virtud dadiva un plectro
Sol que aúna una tierna calaverita
Adornada con moñitos color rosa.

Especificación de la muerte y el glamur
Quimera de hippie y quirófano y vano bisturí.

Hoy
Leo
En mis pases
Zurcidos con una fotico esquelética
La  sentencia de un nuevo morir.

En tu mundo
Y en el mío sin ti
Nadie
Y
Sobre todo
Menos tú
Sabrá
Jamás
Que te he no-amado.

Todo termina
Después del delirio
Que es todo trascendencia
En el reclamo de unos bienes moribundos.

Unas calaveritas con moñitos color de rosa
Adornando una cabellera azabache
Terreno para asesinar lo indeseable
Jornal de arado frente al falaz espej(tr)o
Y
Como siempre
El ebrio final
La escritura  de una Inexorable finta finita
Poemización.

Tras toda Helena
Tras
Finalmente
Este poema. 



Imagen tomada: http://blog.dedalo.mx

0 comentarios: