6/7/12

Diego Aristizábal Silva

Expropiación
















No son míos estos versos;

no es mía la brisa salina;

no es mío el esfuerzo ni el ahínco.

Me gobierna el desgano

que tampoco es mío.



No es mío este poema

ni son míos los periquitos

del parque bolivar.

no es mía el agua

que salta de la fuente

ni mía la campana catedrálica.



no es mío el cielo crepuscular

ni mías las nubes pintadas de sol

no son míos los arboles

ni la guasca guitarrería.

Nisiquiera la montaña (residuos de volcan)



No es mía ni la gana ni la astucia...

Es mía solamente la Poesía.

Y a la vez soy suyo.






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