29/11/08

Y como surgir. Omitir un punto y cambiar el sentido de todo, así un camino que termina. Quiero comenzar por buscar antiguos zapatos, y una vez encontrados, comprehender los inevitables sucesos de los hombres a través de su destino de objeto olvidado, busco zapatos viejos, busco residuos de pies de infante, de mujer soltera, busco los pies de mi papá en uno de esos zapatitos que me encuentro por ahí, los piececitos infantiles de mi padre recorriendo los patios de su infancia, patios de leña y humo, de obscuridad y silencio, patio de vela de cebo. Patio. Mi padre.

Ayer por ejemplo encontré una sandalia azul agua marina en un anaquel escondido.

Y, ¿Por qué no comprender los inevitables sucesos de los zapatos a través del destino olvidado de los hombres? Atreverse a decir que la peor pena de un zapato es terminar en un pie cárcel porque el zapato deja de ser zapato para luego convertirse en nosotros, tu, Martín y Laura confesando historias en una bicicleta que rueda por un antiguo camino de verano, el viento pasa seco por una maraña de cabello rubio, Laura y el viento alterado y confundido por la difícil y excéntrica forma del objeto que recoge su cabello, una miel envasijada que toma dinamismo. Vasija que se abre, cabello que se desparrama, cabellos que envuelven hierros, ruedas, cabellos que envuelven a Martín y a Laura.

Tal vez por eso me suelo enamorar de mujeres que declaran un horror pasmoso ante los gatos, de mujeres que lloran en el baño porque piensan que su cabello es un gato, ese gato negro prodigioso sentado en la infalible cabeza.

Te puedo ver desde un balcón, para ser más preciso, desde el balcón solo veo la línea que parte tu cabello en dos mitades desiguales.

16/11/08

SERGIO HURTADO GRAJALES

óleo, sin titulo

13/11/08

AILING LAU

ETERNAMENTE



Allí estaba ella otra vez, envuelta en una seda lóbrega, cubierta de rosas marchitas se veía corroer por el tenebroso tizne del instante que le donaría sentimientos ajenos, sentimientos que se apoderarían de ella una y otra vez, robándose en cada combate perdido un pedazo de aquello que nombran humano. Ya no era vida, era un continuo atrevimiento a perder la entereza.

Pasión lúgubre por la cual sentía tanto pavor y rechazo, aunque necesario el instante de cavilación para la formación íntegra del ser, este no daba resultados positivos, por el contrario hacía que se inhumara tétrica al conocimiento más profundo de su ápeiron y más aún a la comprensión de la verdadera finalidad, a su vacía razón de nacimiento y muerte.

Sin agudeza alguna, pasó desapercibida la sed de venganza. Por cada humano que la privara de compañía, tres debían soportar la condena más cruel de Dante, equivalente a su maldita pasión. Tras de un largo periodo advirtió cómo su esencia desvanecía en el lago de la maldad de los ogros...

No. No. No. No puede ser, ella debía detener el monstruo que crecía en su interior y devoraba su sensibilidad. Deseaba ser mujer por la eternidad, y solo lo sería con el trago mortal... un sorbo... y lo ínfimo que restaba de humano en ella se quedó allí por siempre.


9/11/08

LORENA MADRID


El amor pende de un hilo

que débil cuelga del alma,
no queda nada de esperanza
ni ganas de gritar.
No lo lamento por el querer,
solo por el morir del tiempo perdido;
sigo aquí, inmóvil,
empolvada, olvidada,
quieta como pedazo de madera.
Te siento tan tranquilo
con los pies sobre mí,
en la garganta,
presionando el nudo cotidiano.
He dejado de llorar,
aquí estoy y tú te vas,
mis piernas sin aliento,
con anhelo de correr,
la mente en blanco
y el sentimiento a mil.
¿Por qué no te largas
acorde inútil de guitarra?
A otro sitio,
mientras conjuro el honor al odio.
¡Las cuerdas revienten
haciendo la coartada de asesino!
De un zarpazo te asfixien,
te dejen sin ganas
para que sientas lo que siento,
me maldigas y rompas por fin
el hilo del que cuelga tu amor.

DIANA CAROLINA ALVAREZ




Puedo confiar en la muerte
para que no se lleve mis sueños,
¿o será la muerte la causante
de esas ilusiones enterradas
mientras la vida no hace nada
y ve cómo se desgarra un universo?
pero sin embargo las almas luchan
deseosas por sus sueños
y aúllan por todo lo eterno tan fuerte
que a veces parece que, en el cielo,
los ángeles tiemblan de miedo.
¿es la muerte la enemiga de la vida,
que a veces causa temor entre los muertos,
o será la muerte la causante
de un amor por la vida?

7/11/08

JUAN PABLO POSADA

DOMINGO

Desnudar de las ciudades
susurro
estertor de los inmuebles
y absurdo silencio del mercado

En las cálidas mazmorras del miedo
salas de espera a la muerte
se alza la voz de lo innombrable
ahogada por el unánime
grito de los televisores.

3/11/08

DIANA RENTERÍA CRUZ

Rebelión del nombre

Mi nombre ya no quiere llamarme.
Fugitivo sustantivo del espíritu,
se niega a convocar la presencia
de mi cuerpo ausente.
Las letras ya muertas de mi antiguo nombre
Rehúsan cometer la sintaxis
que hilará la forma de mi cuerpo
y lo sembrará en la memoria del mundo.
Mi nombre ya no habla de mí,
se ha fastidiado de habitarme,
le ha sobrevenido el hastío
y la hartura de vivirme.
Ya no encuentro asidero en el Lenguaje.
Se ha fugado el soplo del verbo
que en mí se hacía carne;
mi nombre ha muerto de desidia
y de saberse vilmente prostituido,
ultrajado por la masa anónima de voces
que lo nombraba.
Ahora,
extranjera de mi nombre,
exiliada de mi sílaba vital,
me arrastro como sombra abandonada
hasta mi orilla;
yazgo ávida de escuchar la palabra primigenia,
el hálito vital del morfema
que me habite nuevamente,
que me pronuncie por primera vez.





Ilustración: Mujer Manzana, tomada de: http://neopintor.blogspot.com/